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De diarios a flores: el proyecto que le dará una nueva vida a los antiguos kioscos de revistas

Desde 2021 funciona en la ciudad la Escuela de Economía Circular de Córdoba, un espacio que impulsa y lleva adelante importantes proyectos, como el que busca darle una segunda oportunidad a los puestos de diarios y revistas.

La historia del EMEC comenzó en 2021 con su fundación. Esta Escuela de Economía Circular de Córdoba es un espacio pionero en Argentina dedicado a la formación y concientización sobre la economía circular. Su propósito es posicionar a la ciudad como un referente en la región, promoviendo la reutilización, el reciclaje y la reducción de residuos para minimizar el impacto ambiental.

“Se llama escuela porque pone el foco en la educación. Ese es uno de los pilares fundamentales de su génesis. A su vez, esto se articula con otras dos funciones clave del EMEC: la transformación y la innovación. Estas tres áreas –educación, transformación e innovación– estructuran las distintas acciones que llevamos adelante. Aunque cada una corre por cuerdas paralelas, también se interrelacionan transversalmente en algunos proyectos”, explica en diálogo con CBA Viva Romina Tártara, directora del EMEC.

Aunque el cuidado y respeto por el ambiente es la fuerza que dio origen y sustenta este proyecto desde sus inicios, las acciones que allí se desarrollan son diversas y han ido evolucionando con el tiempo, adaptándose a las necesidades del momento.

“Lo más común, por lo que nos conocen, es por recibir visitas de escuelas. De hecho, ahora estamos organizando el ciclo 2025, que se llama Ecovivencias. Al principio, como la escuela era una novedad, solo el hecho de visitarla era una actividad interesante en sí misma. Pero desde el año pasado dejamos de organizar visitas y las transformamos en Ecovivencias, con el objetivo de que las instituciones educativas puedan trabajar en proyectos vinculados a la economía circular”, cuenta.

“Queremos que la experiencia no quede en un simple recorrido, sino que los contenidos se sigan trabajando después a través de cuadernillos o actividades. De esta manera, buscamos que haya un proceso de aprendizaje continuo y que la visita no termine sin más”, agrega.

Visitar el EMEC

Aunque la mayoría de las visitas provienen de colegios secundarios y universidades con carreras relacionadas con la temática, como Diseño Industrial, Ingeniería Industrial e Ingeniería Ambiental, cualquier cordobés interesado puede completar un formulario y anotarse para conocer, de primera mano, qué ocurre dentro de la escuela.

“Además, recibimos funcionarios de otras ciudades, provincias e incluso de otros países. Han venido delegaciones de Bolivia, Suiza y Colombia interesadas en conocer lo que se está haciendo en Córdoba en materia de economía circular. Para ellos también organizamos recorridos específicos donde explicamos nuestro trabajo”, cuenta Romina.

Las visitas duran aproximadamente una hora y media y están enfocadas en la “experiencia tangible”. “Es decir, el aprendizaje surge del recorrido y la observación directa de cómo las corrientes de residuos que recibimos se acondicionan para convertirse en recursos que luego ingresan en un circuito productivo y emergen como nuevos productos”, detalla.

“También realizamos capacitaciones con contenido teórico adaptado según el público. Hay un área de educación dentro de la escuela y también un área institucional que organiza capacitaciones específicas, como las destinadas a empresas. Ofrecemos un paquete de capacitaciones adaptado a cada necesidad, ayudando a las empresas en su transición hacia la circularidad”, explica.

Ni las visitas ni los cursos que se dictan en el EMEC están arancelados, sino que se articulan con distintos programas y planes. Sin embargo, en algunos casos requieren inscripción previa por cuestiones de cupo limitado.

Además de las visitas y cursos, el EMEC capacita a feriantes y emprendedores de la Feria de Economía Circular. Desde el área de Diseño de la escuela, por ejemplo, se brindaron talleres sobre empaques y envases sustentables, ayudando a mejorar la presentación y comercialización de sus productos. “Este tipo de capacitaciones son muy valoradas porque permiten profesionalizar el trabajo de los emprendedores y agregar valor a lo que ya hacen bien”, destacan.

Transformación e innovación en el EMEC

“La escuela tiene tres pilares: educación, transformación e innovación. La transformación está relacionada con lo tangible, es decir, convertir los residuos en recursos. Y la innovación implica desarrollar nuevas soluciones dentro del marco de la economía circular”, explica Romina.

En el EMEC se manejan dos corrientes de residuos: los sólidos secos urbanos y el scrap industrial. Los primeros son los que separan los ciudadanos. Y los segundos son los desechos de las industrias. “En el EMEC se recuperan residuos de aproximadamente 30 empresas de distintos rubros, como la industria automotriz, maderera, alimenticia, de salud y de educación”, cuenta Romina y luego explica: “Contamos con un área de logística que, desde el año pasado, opera con un sistema digital. Las empresas cargan en nuestra aplicación los materiales que tienen disponibles, y nosotros coordinamos el retiro. Como trabajamos con varias empresas, esta aplicación nos permite optimizar las rutas de recolección para reducir la emisión de gases, el consumo de combustible y la cantidad de personal necesario. Además, nos ayuda a mejorar la transparencia del proceso y a obtener datos más confiables”.

  • Respecto a la transformación de residuos en productos. ¿Ustedes detectan una necesidad y crean productos para satisfacerla o crean en función de lo que pueden producir  y luego buscan destinatarios?

Nuestro punto de partida es el material que nos llega. Generalmente, trabajamos a demanda del directorio de BioCórdoba, que detecta necesidades a través de convenios con el área de educación, la parte urbana y el equipamiento público. Cuando identificamos una necesidad, nuestro equipo de diseño e innovación desarrolla una propuesta considerando los principios de la economía circular y el triple impacto. No diseñamos productos solo por su estética, sino que buscamos que sean útiles y con un significado ecológico. Por ejemplo, para el comienzo de clases hemos fabricado equipamiento para jardines municipales con retazos de la industria maderera, optimizando materiales pero sin comprometer la ergonomía, seguridad ni estética.

Reconversión de los kioscos de diarios y revistas

“Actualmente, en el EMEC estamos trabajando en un proyecto que busca reconvertir los antiguos kioscos de diarios y revistas de la ciudad en puestos de venta de flores”, adelanta Romina. Explica que muchos de estos espacios están en desuso debido a la digitalización de los medios y la caída en las ventas de diarios y revistas.

“Lo que hacemos es recuperar la mayor cantidad posible del material de estos puestos, restaurando lo que se puede y reemplazando lo que está demasiado deteriorado. El primer puesto reconvertido lo inauguraremos pronto en el Rosedal”, cuenta.

Este proyecto se vincula con la iniciativa de BioCórdoba Córdoba Florece, que busca promover la venta de flores de corte en espacios públicos.

“Esta es nuestra prioridad actual. Hasta hace poco estuvimos trabajando en el inicio de clases, con equipamiento para niños y juegos didácticos. Pero una vez que cumplimos con la entrega de equipamiento pedagógico, nos centramos en esto”, detalla.

Ningún producto fabricado en el EMEC –al igual que sus cursos o capacitaciones– se comercializa. “Todo está enmarcado en la misión de la escuela: dar visibilidad y concientizar sobre la economía circular”, concluye Romina.

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