El ahorro energético es clave para reducir costos y cuidar el ambiente. Los especialistas coinciden en que pequeñas acciones cotidianas pueden generar un gran impacto tanto en el bolsillo como en la reducción de la huella de carbono.
Si estás interesado en conocer cómo evitar el consumo innecesario de energía, te ofrecemos una guía práctica para disminuir el gasto energético en tu hogar de manera sencilla y efectiva.
- Desenchufá los aparatos que no usás. Muchos electrodomésticos siguen consumiendo energía incluso cuando están apagados, ya que permanecen en modo de espera (standby). Desenchufar cargadores, televisores, microondas y otros dispositivos cuando no los necesitás puede reducir considerablemente el consumo fantasma de electricidad. El dato: para facilitar este hábito podés usar zapatillas con interruptores que te permitan desconectar varios aparatos a la vez.
- Aprovechá la luz natural. El uso eficiente de la luz natural es una de las formas más simples de reducir el consumo eléctrico. Abrí cortinas y persianas para que la luz del día ilumine los ambientes y minimizá el uso de lámparas durante el día. Si necesitás iluminación extra, optá por luces LED, que consumen hasta un 80% menos de energía que las bombillas incandescentes.
- Optá por electrodomésticos eficientes. Al comprar nuevos electrodomésticos, revisá la etiqueta de eficiencia energética. Aquellos con clasificación A++ o superior consumen menos energía y a largo plazo te permitirán ahorrar en tu factura. Además, mantené los aparatos que ya tenés en buenas condiciones: limpiá los filtros de la heladera, el aire acondicionado y el lavarropas para que funcionen de manera óptima y no gasten energía extra.
- Optimizá el uso de la calefacción y el aire acondicionado. Un buen aislamiento en ventanas y puertas puede reducir la necesidad de calefaccionar o enfriar tu hogar. Además, regulá la temperatura: en invierno, ajustá la calefacción entre 18 y 20 grados, y en verano, poné el aire acondicionado a 24 grados. Cada grado extra que agregás a la temperatura representa un aumento considerable en el consumo energético.
- Lavá con agua fría siempre que sea posible. El 90% de la energía que utiliza el lavarropas se destina a calentar el agua. Al optar por ciclos de lavado en frío, no solo estarás ahorrando energía, sino que también prolongarás la vida útil de tus prendas. Para mayor eficiencia, esperá a tener una carga completa antes de usar el electrodoméstico.
- Reducí el uso de electrodomésticos innecesarios. Algunas tareas cotidianas pueden realizarse de manera más eficiente sin recurrir a electrodomésticos. Por ejemplo, colgar la ropa para secar en lugar de usar el secarropas o lavar los platos a mano en lugar de usar el lavavajillas. Estas pequeñas decisiones diarias suman a la reducción del consumo energético general en el hogar.
- Incorporá termostatos y temporizadores inteligentes. Instalar termostatos programables o temporizadores te permitirá regular el uso de calefacción y aire acondicionado de manera más eficiente. Estos dispositivos pueden encender y apagar automáticamente los aparatos según el horario o la temperatura deseada, evitando el gasto innecesario cuando no estás en casa.
La reducción del consumo innecesario de energía es una tarea sencilla que tiene un impacto significativo tanto en tu economía como en el cuidado del ambiente. Adoptar hábitos más sostenibles es clave para disminuir el desperdicio energético y contribuir a un futuro más verde.