La economía regenerativa es un concepto que está ganando terreno en el mundo como una alternativa más sostenible frente a los modelos económicos tradicionales. A diferencia de estos, que tienden a extraer y consumir recursos hasta su agotamiento, la economía regenerativa busca restaurar, renovar y regenerar los sistemas naturales, sociales y económicos.
En un contexto como el de Argentina en general, y Córdoba en particular, con abundante riqueza natural y comunidades que dependen de su entorno, este enfoque puede generar beneficios a largo plazo para las personas, el medio ambiente y la economía.
5 claves para entender la economía regenerativa
- Ciclos cerrados. Minimizar los residuos y reutilizar los recursos. En la economía regenerativa los ciclos de producción se asemejan a los de la naturaleza: no hay desperdicio. Los productos y materiales deben ser diseñados para que, al final de su ciclo de vida, puedan ser reutilizados, reciclados o reintegrados en el sistema.
- Restauración de los ecosistemas naturales. La regeneración de ecosistemas es uno de los pilares centrales de este enfoque económico. En vez de simplemente explotar la tierra, se busca devolverle su capacidad de regenerarse. En Argentina, con la deforestación y los incendios en áreas como las sierras de Córdoba, la restauración de bosques nativos no solo es crucial para la biodiversidad, sino también para el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.
- Inversión en capital humano y social. La economía regenerativa no solo se enfoca en los recursos naturales, sino también en las personas. Esto significa apoyar a las comunidades locales, brindándoles acceso a la educación, al empleo sostenible y al desarrollo de habilidades que las hagan resilientes frente a crisis futuras. El trabajo colaborativo entre empresas, gobiernos y ciudadanos es esencial para alcanzar estos objetivos.
- Energías renovables y tecnologías limpias. Un componente clave de la economía regenerativa es la transición hacia energías limpias y renovables. En Argentina, se ha hecho un esfuerzo considerable para desarrollar la energía solar y eólica, dos fuentes que pueden no solo reducir la dependencia de los combustibles fósiles, sino también generar empleos y mejorar la infraestructura local.
- Producción y consumo locales. La economía regenerativa valora el desarrollo local por encima de los grandes sistemas centralizados. Esto implica apoyar a los productores locales, reducir las cadenas de suministro y fomentar el consumo de bienes y servicios cercanos. En Córdoba, donde la agricultura y la producción artesanal tienen un papel fundamental, este enfoque puede fortalecer las economías rurales y urbanas.
Impulsar un enfoque regenerativo de la economía basado en la restauración de los ecosistemas, el reciclaje de recursos, la inversión en capital humano y el uso de energías limpias puede transformar considerablemente la manera en que interactuamos con nuestro entorno y cómo sostenemos nuestras comunidades.