“En Aftonia transformamos materiales nobles en piezas hechas a mano, diseñadas con el cuidado y la pasión de quienes encuentran arte en lo cotidiano. Creamos piezas que llevan una parte nuestra para pasar a identificarse con una parte tuya. Accesorios que transmiten la sensibilidad de lo hecho a mano y con el corazón”. Así, con claridad pero mucho sentimiento, Francisca Luquez y Delfina Baldi definen a Aftonia en su brandbook. En cada joya de su marca está parte de su delicadeza y buen gusto, cada pieza lo pone de manifiesto. “Porque Aftonia es joyería artesanal con inspiración mediterránea y alma argentina”, remarcan en diálogo con CBA Viva.
La marca nació de la mano de estas dos cordobesas que, acompañando a sus respectivas parejas (Juan Cruz Mallía y Santiago Carreras, actuales jugadores de Los Pumas), decidieron poner en marcha un proyecto que conviviera con sus particulares estilos de vida. Francisca Luquez vive en Francia y Delfina Baldi, en Inglaterra. Ellas son las personas detrás de una marca que combina estilo, delicadeza y belleza.
“Cuando arrancamos, las dos teníamos muchas ganas de hacer algo que fuera una forma de expresión, pero también un trabajo. Una actividad que nos divierta, nos apasione y que, ¡además!, podamos combinar con nuestro estilo de vida”, explica Francisca, de profesión odontóloga y una de las creadoras de Aftonia.
Y agrega Delfina: “Para las dos fue como un gran desafío que nació con la idea de reinventarnos, de esa búsqueda de hacer algo que nos guste, que nos llene y nos apasione. Crear una marca que nos permita ser muy libres a las dos y también nuestra forma de expresión”.
El proyecto ya tiene un año y mantiene su esencia: la de crear accesorios que conecten con lo profundo, con lo que trasciende. “En septiembre, octubre del año pasado lo empezamos a hacer realidad”, explica Delfina. Y reafirma Francisca: “Antes de irnos el año pasado (ellas están en Córdoba de julio a septiembre/octubre, después ya se instalan en Europa) ya teníamos el nombre y el logo; mi hermana trabajó en todo lo que es la identidad de la marca y salió todo muy fluido, como que a las dos nos estaba pasando lo mismo”.
Parece muy loco, pero cuando cada una está en el Viejo Continente, los momentos de trabajo y las creaciones se comparten por videollamada. En Córdoba, en los tres meses que están aquí, las tareas se realizan casi “mano a mano”: viernes de orfebrería y tardes en Casa Esquina, donde tienen su showroom.
“Con nuestra primera colección, cada una hizo sus piezas y después elegimos las que más nos gustaban. Nos sentamos y nos ponemos a crear, nos vamos preguntando qué nos gusta y empezamos a armar la colección. Cuando estamos en Córdoba, nos reunimos todas las tardes en Casa Esquina y es una conexión distinta. Cuando estamos en Europa, el entusiasmo y las ganas nos llevan a hacer videollamadas y a armar la logística”, describe Delfi.
“Allá (por Francia o Inglaterra), los desafíos son más grandes”, comenta Francisca al hacer referencia tanto a la logística como a los momentos creativos, y asegura: “Acá (por Córdoba), vivimos cerca, compartimos el espacio, tenemos nuestro taller de orfebrería; allá un poco de eso se pierde”.
Por qué Aftonia
“Aftonia es abundancia en griego. Le dimos una vuelta de tuerca a la palabra porque se escribe distinto, pero visualmente nos gusta más. Una de las frases típicas de la marca es ‘que abundancia es la libertad de ser’ y eso nos representa bastante también. Una vida con mucha adaptación, sin poder planear demasiado a largo plazo y el cambio como única constante”, aclara Francisca.
Sus primeras ventas fueron en Europa y eso también generó mucha expectativa en Córdoba. Allí fue todo de boca en boca, entre amigas o conocidas. “Tenemos muchas conocidas y amigas que están en la misma situación que nosotras, que están viviendo allá por su pareja y demás. Y además, las mujeres del club, de los compañeros del club, de los chicos”, agrega.
La primera cápsula no nació con un nombre determinado, pero sí con mucho color. Junto a sus parejas tenían planeado un viaje a la playa y aprovecharon para hacer las fotos de la colección, jugando un poco también con las estaciones cruzadas. “Cada material que elegimos y cada forma que creamos cuentan una historia, nacida de nuestras manos y pensada para acompañar tu viaje, cualquiera sea su destino”, expresan en su manual de marca, y son fieles a esto.
Trabajan piedras combinadas con metales, bronce y plata, pero cada pieza tiene algo de cada una de ellas. “La transparencia y la libertad de expresión; las joyas no están perfectamente pulidas como la joyería fina y eso nos representa. La libertad de ser y de no buscar lo perfecto, sino de ser quien sos”, define Delfina Baldi.
Y cierra Francisca Luquez: “La identidad que fui tratando de encontrar en este último tiempo, con un cambio rotundo de vida”.