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San Giovanni, la historia de los vinos tintos y especiados que se producen en Brinkmann

Raúl Possetto incursionó en el mundo del vino por curiosidad y afecto, y terminó convirtiéndose en un productor local que explora este universo con un enfoque innovador y una fuerte impronta piamontesa.
Raúl Possetto en una exposición posando con sus vinos San Giovanni. Foto: gentileza.

Después de más de cuatro décadas dedicadas a los medios de comunicación, Raúl Possetto, reconocido periodista de Brinkmann, emprendió una nueva aventura: la elaboración de vinos artesanales.

Su marca, San Giovanni, tiene 10 años y produce variedades como Cabernet Sauvignon, Merlot, Bonarda y Nebbiolo. Recientemente, sumó a su propuesta los vinos especiados bajo el nombre San Giovanni Speziato.

La historia de Possetto en el mundo vitivinícola comenzó por curiosidad y afecto, inspirado e impulsado por un amigo de la infancia que había instalado un viñedo en Victoria, Entre Ríos.

Fue él, según cuenta Raúl en diálogo con CBA Viva, quien le explicó “todo lo que tenía que hacer para comenzar a producir vino” e incluso le recomendó proveedores para comprar sus primeras uvas, hasta que pudiera instalar su propio viñedo. Sin embargo, ese proyecto aún no se concretó, y Raúl duda que pueda materializarse en algún momento.

“No instalé el viñedo en Brinkmann porque no tenemos agua de calidad para regar. El agua de la zona es muy salada”, explica y asegura que este impedimento no limitó su entusiasmo. “Seguí estudiando y descubriendo cosas nuevas, al punto de que hoy soy parte de un grupo que se llama UTUCO”, dice.

UTUCO es una organización sin fines de lucro que nació en 2021 para promover la identidad cultural y gastronómica de Córdoba. Reúne a productores y cocineros de toda la provincia, entre los cuales se encuentra Raúl.

Vinos con aroma a tradición

Con el paso del tiempo, San Giovanni fue explorando diferentes terroirs y varietales, buscando siempre la mejor calidad y expresión de la tierra cordobesa.

“Hacer vino es escribir un poema. Es una obra de arte. Los 8, 9 o 10 días de fermentación son prácticamente un proceso de gestación de un ser vivo”, apunta. Sus vinos, entre otras cosas, se caracterizan por ser “honestos con la tierra de donde provienen” y por “transmitir la ilusión y el esfuerzo de una familia”.

“Tratamos a nuestros vinos de forma tradicional, pero también tenemos un carácter innovador. Elaboramos un vino auténtico, respetuoso de las buenas prácticas y apostando al desarrollo regional de Ansenuza”, explica.

En materia de innovación, el San Giovanni Speziato es el “caballito de batalla” de la marca. La tradición piamontesa, con su fuerte presencia en Brinkmann, fue la inspiración de Raúl para comenzar a elaborar este vino especiado, que tiene la particularidad de tomarse caliente.

“Su preparación sigue una receta ancestral del Piamonte. Es un vin brulé, se toma caliente, aunque también se puede disfrutar frío como aperitivo”, adelanta y agrega: “Vinos hay muchos, en cuanto a calidad y precio, entonces hace un tiempo comencé a pensar en cómo hacer algo diferente, y eché mano a lo que hacían nuestros abuelos”.

“Los inmigrantes piamonteses no usaban conservantes en la elaboración del vino, por lo que no se mantenía en buen estado durante mucho tiempo. Para evitar desperdiciarlo, una parte se destinaba a la producción de vinagre y otra se transformaba en un vino especiado, al que se le agregaban especias, cáscara de naranja y limón, y en algunos casos, frutas como la manzana”, cuenta.

“Ese preparado era muy típico en Navidad: se calentaba y se tomaba como infusión. Es lo que se conoce como vin brulé”, explica.

Inspirado por estas prácticas, Raúl comenzó a darle vida al San Giovanni Speziato. “En mi caso, le pongo nueve especias. Esa mezcla de sabores la envasé en una botella bien presentada, y el consumidor puede optar por tomarlo frío, como aperitivo, o calentarlo en una cacerola, sin hervir, y disfrutarlo como infusión”, detalla.

Hasta ahora, quienes lo han probado como vin brulé lo han recibido muy bien, aunque Raúl reconoce que el paladar local no está acostumbrado a este tipo de vinos calientes.

Actualmente, la creación de estos vinos representa para Raúl un nuevo desafío que lo conecta con sus raíces, con su tierra y con la historia de sus ancestros. Su historia demuestra cómo la tradición y la innovación pueden unirse para dar vida a un producto único y auténtico, que refleja la riqueza cultural y gastronómica de un pueblo. Aunque por el momento no cuentan con un negocio propio, los interesados pueden acceder a sus vinos haciendo encargos por redes sociales.

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