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Transformar el dolor en acción: la historia de Graciela, afectada por los incendios en Córdoba

Graciela Ceballos fue víctima y testigo de varios incendios en su localidad y cuenta cómo logró salir adelante para ayudar a otros.
Myrian Prunotto y Graciela Ceballos tras una reunión. Foto: gentileza Graciela Ceballos.

“Empezó alrededor de las 7 de la mañana. Cuando una de mis hijas salió a trabajar y nos avisó que había un pequeño fuego, pero todo escaló rapidísimo. En ese momento no tenés mucha noción del tiempo, pero pasó muy rápido… A las 11 y media el fuego llegó al campo donde estábamos y arrasó con todo, no quedó ni el galpón”, recuerda en diálogo con CBA Viva Graciela Ceballos, víctima de los incendios ocurridos en Atos Pampa en 2021.

La localidad, que pertenece al departamento de Calamuchita ubicada en el camino a las Sierras Grandes, es una de las tantas zonas de la provincia de Córdoba devastadas por los incendios que, en mayor o menor medida, atacan a la región frecuentemente.

“Agradecemos a Dios que al menos pudimos encerrar a los animales y salvarlos, pero no todos tuvieron la misma suerte. Cuando llegó mi patrón para ayudarnos a evacuar salimos a la calle y vimos como el fuego saltó de un campo a otro, voló, no sé cómo explicarlo, pasó por arriba y siguió quemando todo”, grafica.

Tras los incendios Graciela se vio obligada a regresar a su casa, donde para ese entonces ya no había electricidad, y el agua comenzaba a escasear.

“Al día siguiente vinieron vecinos, gente que a mí me conoce realmente, se reportaron, y trajeron ayuda. Se acercaron con agua, comida para nosotros y para los animales”, apunta y asegura que la ayuda de los vecinos y de la comunidad fue crucial para poder comenzar con un proceso de recuperación inmediatamente.

“El apoyo comunitario entre vecinos fue muy grande. Mi hija más chica va a la escuela a La Cumbrecita y vinieron los profesores a preguntar qué nos hacía falta, nos enviaron camiones de agua, mangueras. El Estado también se hizo presente, pero una semana después. La primera parte de contención fue vecinal, fue comunitaria”, refuerza.

– ¿Qué le aconsejarías a alguien que está pasando por un momento como este, y no sabe cómo hacer para sobrellevar esta situación?

– Que se apoyen en la comunidad, en los vecinos.

Actualmente, Graciela preside la Asociación Civil Pampa del Zorro y trabaja activamente para brindar asistencia y apoyo a los afectados por este tipo de catástrofes. Además de gestionar, coordinar y repartir las donaciones, ella, junto a un grupo de gente que la acompaña, se asegura de alimentar a los bomberos y vecinos que trabajan sin descanso para combatir los incendios, gestionar refugio para los evacuados y dialogar con las autoridades para informar de sus necesidades urgentes para acelerar la ayuda estatal.

“Día de por medio o todos los días además me preocupo por enviarles un mensaje (a las personas afectadas) preguntándoles cómo están, porque hay muchos que no se animan a pedir ayudar”, cuenta Graciela, quien en este tiempo se ha convertido en un pilar de apoyo emocional para aquellos que aún intentan gestionar sus emociones en medio de la crisis.

A pesar del dolor y las pérdidas que los incendios dejan a su paso, historias como la de Graciela son un recordatorio de que la solidaridad y el apoyo mutuo marcan la diferencia en momentos críticos. Es muy importante entender que la reconstrucción no solo es material, sino también emocional, y que el acompañamiento de la comunidad es clave para superar los traumas.

Graciela, con su incansable labor, es un ejemplo de cómo se puede transformar el sufrimiento en acción para devolverle a otros la esperanza que ella alguna vez sintió perdida.

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